Un avión privado despistó en el aeropuerto de San Fernando (provincia de Buenos Aires, Argentina) y se estrelló contra una casa cercana a la terminal aérea. Como consecuencia del despiste y la explosión murieron el piloto y el copiloto, únicos tripulantes de la aeronave, informaron medios argentinos.
La dueña de la casa donde se incrustó el avión habló con TN y contó cómo vivió el momento. «Sentí la explosión y escuché a la vecina que gritó ‘el avión se cayó’ y lo primero que atiné a decir es ‘bajen al bebé'», relató.
La mujer dijo que el bebé estaba en una habitación de la vivienda durmiendo. «Después entré a buscar al perro», agregó.
La aeronave Challenger 300 pertenece a la familia Brito, que cuenta con empresas bancarias, inmobiliarias, agropecuarias y energéticas, entre otras.
Jorge Brito -patriarca de la familia- fundó el Banco Macro. Murió en un accidente de helicóptero en la provincia de Salta en 2020. Uno de sus hijos, Jorge Pablo Brito, es presidente del Club Atlético River Plate.
«Pensamos que íbamos a morir». Así se expresó otra vecina de la zona, cuya vivienda también resultó afectada por la explosión.
«Fue una desesperación muy fea. Lo que me duele es que perdí las cosas de mi hija. Estaba con ella, mis hermanos y abuela, salimos de pedo de ahí. Si mi hermano no rompía la pared, no salíamos», manifestó en diálogo con Clarín.
Además, contó que el avión venía «a fondo» y que lo escucharon. «Estábamos en el patio, y entre las rejas lo vimos venir. Venía de punta. Empezamos a correr para el fondo. Si no rompíamos la pared, nos moríamos ahí con el avión», agregó.