Wolverhampton Wanderers le ganó al Manchester United 2-0 como local por la fecha 18 de la Premier League inglesa y llegó a 15 puntos, por lo que trepó al 17º lugar y salió de la zona de descenso, en la que ahora se metió Leicester City con 14. Los diablos rojos aparecen decimocuartos con 22 unidades, a 11 de los puestos de clasificación a la Champions League.
Los Wolves fueron levemente superiores desde el arranque y ya en el primer tiempo hicieron méritos para abrir la cuenta, más allá de que fue una primera parte pareja en la que el meta local, el portugués José Sá, tuvo un par de buenas intervenciones.
A los 2’ del complemento fue expulsado por doble amonestación el portugués Bruno Fernandes y condicionó al Manchester United, que contó con el uruguayo Manuel Ugarte hasta los 63’, cuando en su lugar ingresó Christian Eriksen. El oriundo de Fénix fue amonestado y no podrá jugar el lunes ante Newcastle United por acumulación.
A esa altura estaban perdiendo los diablos rojos por un gol olímpico a los 58’. El brasileño Matheus Cunha ejecutó un córner cerrado y el arquero camerunés Andre Onana, con una alta dosis de inocencia, quedó trancado entre los zagueros Matt Doherty y Santiago Bueno, quienes lo obstaculizaron sin llegar a cometerle infracción.
Wolverhampton terminó malogrando llegadas de contragolpe y defendiendo muy bien en su área con el uruguayo Santi Bueno como uno de los baluartes en el fondo. Manchester United tiró centros y empujó hasta el final, sin éxito, hasta que en la última jugada liquidó el pleito el surcoreano Hwang Hee-Chan tras pase de Matheus Cunha.
El equipo de Ruben Amorim perdió cuatro de los últimos cinco partidos ligueros [en el medio solo le ganó al Manchester City], y desde la llegada del entrenador portugués registra cuatro triunfos, cinco derrotas y un empate, contando también los compromisos de la Europa League.