Me dijeron que en el Reino del Revés, nada el pájaro y vuela el pez. Que los gatos no hacen miau y dicen yes porque estudian mucho inglés, reza la célebre canción de María Elena Walsh.

Permítanme utilizar esta referencia artística para dar cuenta de lo que ha sido el triste episodio que nos ha dejado esta Rendición de Cuentas apenas votada en Cámara de Diputados y que ahora pasa para su discusión en el Senado.

El reino del revés nos presentó por un lado a un gobierno haciendo anuncios grandilocuentes en los medios y por otras asignaciones presupuestales que se olvidan de la gente y que presentan una realidad que está muy lejos de la que viven los hogares uruguayos.

En el reino del revés se escucha mucho a los empresarios y poco se sabe de las necesidades de los de a pie que la siguen peleando para llegar a fin de mes o para llenar la olla, con un gobierno que es indiferente a este tipo de necesidades.

En el reino del revés, el relato oficialista afirma que, por la acción del gobierno, la mayoría de los uruguayos viven bien y cada vez mejor, que los más vulnerables son objeto de cuidado más que suficiente y, también, que el país transita una senda de progreso.

En esta realidad paralela las cuentas se muestran bien para arriba y muy mal para abajo. ¿De qué sirve que los números del Ministerio de Economía den bonito si eso no satisface las necesidades de la base? Es en los hogares de los uruguayos donde se mide la gestión exitosa o no de una economía y ahí, con los pies en la tierra, parados en las localidades y los barrios de Salto es donde vemos que existe un fuerte deterioro de las condiciones de vida de las grandes mayorías como resultado, entre otros factores, de la caída de salarios y pasividades acumulada en los primeros tres años que llevamos de este gobierno. Las cifras son categóricas, se va a terminar este gobierno y no se habrán recuperado el nivel de ingreso de los trabajadores que tenían para el 2019. Pero, en el reino del revés, según ellos pinta todo bien.

En esta realidad paralela mucho importa la capital y poco importa el interior del país. Esta rendición de cuentas vuelve a dejar librado al azar a miles de familias de comerciantes que han visto cerrados sus fuentes laborales producto de la situación cambiaria con Argentina. En el reino del revés, se habla mucho para la tribuna, pero se hace poco en el gobierno. Ante esta dura situación el gobierno ha optado por un silencio y omisión que deja en abandono a cientos de miles de hogares.

En el reino del revés se encara una reforma educativa que pretende implementarse sin asignaciones presupuestales. Los maestros y profesores no son magos. No siquiera se ha logrado ejecutar las partidas presupuestales del año pasado en educación. Se habla mucho de eficiencia, pero no les da para empezar por lo básico.

En este mundo alternativo en que descansa esta rendición se disponen medidas vinculadas al aumento de penas en homicidios y virtualidad en audiencias de presos que ya han sido catalogadas de impracticables por la Fiscalía.

Pero claro, estamos en el mundo del revés. Donde se habla de una “Coalición” que de coalición tiene poco, porque hoy todo el plan del gobierno depende de la voluntad de Cabildo Abierto.

Le prometieron mucho a la ciudadanía y de lo dicho, poco hecho. Mucho ruido y pocas nueces en una Rendición que mostró una vez más de qué lado están los que vivimos la realidad de la mayoría de los uruguayos y los que viven, en el reino del revés.

Álvaro Lima – Diputado Nacional

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