No sé si en los últimos tiempos aumentó la frecuencia o es que los contrastes con lo anterior hacen que se vea mucho o cada vez se hace más impunemente o es tan horrible que hasta el sindicato sale a denunciar.

Hace pocas horas, la Mesa Coordinadora de trabajadores de Salto Grande escribió una carta dirigida a sus compañeros que trascendió y fue publicada en diferentes medios con el «fin de señalar los atropellos que ha venido cometiendo la CTM» que no duda en calificar «La reprochable gestión de quienes dirigen nuestro organismo«.

Profundiza en los motivos que lleva a calificar la gestión de las actuales autoridades y de nuevo textual (al igual que todo lo que está entre comillas): «La situación financiera que se deriva de esa mala gestión, es conocida por todos y pone en riesgo la continuidad operativa y de funcionamiento de Salto Grande, incluso poniendo en duda el pago de los salarios. Las restricciones financieras que limitan los planes de mantenimiento y operación de los activos que soportan los procesos principales de generación y transmisión, representan un riesgo que una empresa de tanta importancia para el sistema eléctrico interconectado de ambos países, no debería asumir«

Quiere decir que están jugando con la seguridad del abastecimiento de la corriente eléctrica que llega a los hogares y empresas de los uruguayos, con casi la mitad de la energía que se consume en el país.

Pero además marcan con mucha claridad que «en la otra CTM, la de los amigos, no hay restricciones de ningún tipo, se duplican cargos, se dan retiros muy beneficiosos, abundan las designaciones políticas y el nepotismo, se observan corrimientos laterales previo a las desvinculaciones «amigas», para asegurar un mejor pasar en sus nuevas vidas post Salto Grande. Todas decisiones que parecerían de una empresa con ‘caja infinita’«

Pero, esto que ya es grave y que se hace presente en la nota que dirigen a los demás trabajadores, no es todo.

A eso le agrega el mal manejo de los recursos humanos con que «el capital humano, pilar fundamental para la viabilidad del proyecto Salto Grande, ha sido continuamente vilipendiado«. Vilipendiado viene de vilipendio, que según la Real Academia significa «Desprecio, falta de estima, denigración de alguien o algo«, en este caso desprecio por los propios funcionarios del organismo que dirigen.

Esta nota, por lo que trascendió es la continuación de otras que la Mesa Coordinadora ya había enviado a la Comisión, o sea a los Delegados de ambos países en las que reflejaban la profunda preocupación por las «violaciones fragrantes del Estatuto del Funcionario de CTM» en cuanto a que denuncian que no dejaban participar a los funcionarios en concursos que de ganar les significaría un ascenso, ni tampoco permitieron en esos concursos la participación de un «veedor» en nombre de los trabajadores.

Aplauden que la CTM hubiera creado un «comité de cumplimiento» con una serie de objetivos, entre las cuales estaba al de «Impulsar la cultura ética y cumplimiento entre todo nuestro personal, Alta Dirección y los terceros con los que nos relacionamos» como forma de cumplir los compromisos de buenas práctica que el BID en sus acuerdos de financiamiento y evitar posibles desvíos, fue inicialmente integrado con funcionarios de diferentes reparticiones y con capacidad para actuar con autonomía técnica; pero como a la Comisión (los Delegados de ambos países) no le gustó las recomendaciones que hacía desoyó las recomendaciones y sustituyó los integrantes.

Estos hechos, que son de una gravedad inusitada y que deberían llamar nuevamente a responsabilidad a la conducción de la CTM y a los responsables políticos: los Ministros.

Los responsables de los mismos Ministerios, que hace poco pasaron vergüenza en una interpelación por hechos de clientelismo en el ingreso de correligionarios y amigos a Salto Grande y que terminó con los Diputados pidiendo por unanimidad que los saquen; también recomendaron cambiar a la Delegación, pero el Poder Ejecutivo desoyó el pedido.

Estos hechos hacen daño a las instituciones, hacen daño al país, hacen daño a la patria. Esa que Aparicio, en la carta a su hermano Basilicio, concebía como «el poder que se hace respetar por el prestigio de sus honradeces y por la religión de las instituciones no mancilladas; la patria es el conjunto de todos los partidos en el amplio y pleno uso de sus derechos; La patria es la dignidad arriba y el regocijo abajo; la patria no es el grupo de mercaderes y de histriones políticos que hace de las prerrogativas del ciudadano nubes que el viento lleva, y que se sientan hoy en donde se sentaban próceres y adalides en los tiempos heroicos de nuestra historia«

De confirmarse las denuncias de los trabajadores, que se suman a las desprolijidades ya denunciadas en el Diputados, estaríamos frente a un escándalo de dimensiones colosales.

Quizá llamen a los ministros al Parlamento, pero, está claro que lo menos que se puede pedir es una explicación pública.

Rogelio Texeira es arquitecto, fue Director de obras I. de Salto (2005-2010); Delegado uruguayo ante CARU (2015-2020)

UyPress – Agencia Uruguaya de Noticias

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