La CARU – Comisión Administradora del Río Uruguay- anuncia que reabrirá la oficina de la comunidad europea en el organismo. En ella se hacían planes sobre el uso del Río Uruguay, dragados, navegación represa arriba.   Pero no tomando en cuenta el interés regional sino proyectos hechos a la medida de los intereses de las navieras europeas.  Proyectos que pagaríamos nosotros con más deuda externa, financiadas a las tasas habitualmente elevadas. Proyectos de dragado e infraestructura, que, costeados por nosotros, serían destinados a abaratar aún más los fletes que ellos pagan por extraer las materias primas de nuestro territorio.

Hay que hacer un poco de historia:

Los países del Norte, desde hace 5 siglos vienen llevándose nuestros recursos naturales sin procesar. Desde hace 500 años, los barcos vienen cargados con piedras y vuelven con recursos minerales, alimentos y materias primas. A pesar de esto, y que no lo vea el que no lo quiera ver, ¡les estamos debiendo cifras fabulosas que asfixian nuestras economías!.

El consumismo de las economías industriales ha llegado a niveles de paroxismo, ellos están agotando un planeta y medio todos los años, y su voracidad va en aumento. Cada vez quieren más y cada vez son más desenfadados con sus planes de saqueo.

Para que se entienda: se llevan la soja, la celulosa, los minerales, la madera para generar empleo, riqueza y desarrollo industrial en sus países, a precio vil, sin dejar nada aquí: el caso de las celulósicas en Uruguay es de manual. Compraron el 10% del territorio del vecino país, lo implantaron con especies forestales exóticas, se hicieron otorgar Zonas Francas libres de impuestos y desde allí exportan y cobran en sus países dejando solo algunos cientos de empleos, pero territorios destruidos y contaminados.

Ahora quieren avanzar al norte, y pagar lo menos posible en fletes y para eso necesitan destruir la morfología natural del Río Uruguay con obras descomunales que alterarán definitiva y dramáticamente nuestro territorio.

LA CARU A LA CABEZA DEL PROYECTO QUE RECHAZÓ EL GOBIERNO EN 2013

En estos días vemos a nuestros funcionarios de CARU, de ambos países, y del Comité de Cuenca de desarrollo de la cuenca del rio Uruguay; del Instituto Portuario de Entre Ríos, quienes, luego de sendos viajes por Europa, entrevistándose allá con consultores de la comisión del rio Rin, volvieron aquí, a vendernos los mismos proyectos que fueran desechados hace dos décadas.

Estamos nuevamente ante lo mismo.   Intentar hacer de un río que tiene características muy particulares, y que no tienen nada que ver con el Rín, una gran vía navegable, costosa en obras, y mas aún en mantenimiento, ya que el rio Uruguay es limoso y tapa permanentemente los canales.   Una vía que pretenden que paguemos y mantengamos nosotros, y usufrutuen ellos, algo que de tan absurdo da vergüenza ajeno al solo mencionar.

Fray Bentos y Concepción son las dos ciudades que intentan vender la costosa ilusión. Una mega obra que nos costaría más de 200 millones de dólares, de nueva deuda externa, a valores estimados que luego se multiplican varias veces por los ‘mellevos’ y ‘mayores costos’ habituales de empresas y funcionarios. El Uruguay es un río que podría ser aprovechado en gran escala por barcazas, como ya lo hacen precisamente las dos multinacionales con asiento en el Uruguay. Pero ellos no lo aceptan porque quieren pagar menos fletes, a nuestro costo y deuda. Y aquí encuentran funcionarios que compran estos delirios que pagarían nuestros hijos, nietos, bisnietos, además de hacerse cargo del desastre ambiental que dejarían.

Es la plata que nos falta para el canal Magdalena, al que parece que las presiones de los intereses económicos, intenta frenar de todas maneras.

diariojunio.com.ar

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