Como legisladores nos debemos a estar cerca de nuestra gente, interpretando y escuchando el sentir de la ciudadanía, en mi caso de todos los rincones de Salto. Y lo que comparto a continuación resume el sentir de muchos y muchas salteñas que día a día nos piden sigamos militando fuerte para poder cambiar la dura realidad en que se encuentra el país. Hoy, lo que menos tienen los uruguayos es seguridad social, que se ha ido desgranando pedazo a pedazo.
La gran reforma anunciada con bombos y platillos de la seguridad social es una de los recortes de derechos sociales más grandes que hayamos conocido en la historia del país: hacer que la gente trabaje más y cobre menos en su jubilación. A esta reforma de la seguridad social se le suman la vuelta de viejas recetas conocidas de recorte fiscal y presupuestal para achicar lo más posible el alcance de las políticas sociales. La seguridad social entendida en su más amplio espectro hoy tambalea, en perjuicio de nuestra clase media.
Podemos realizar muchas críticas en ese sentido, y en tantos otros, en lo que a todas luces es una gestión desteñida y opacada por escándalos de corrupción, infiltración de la política en la justicia, entre tantos otros problemas.
Pero hay un mensaje que no podemos olvidar y que se puso en debate en el último proyecto aprobado por las mayorías que impone la coalición: nos han impuesto una reforma jubilatoria que va en contra de los intereses de los trabajadores.
Como Frente Amplio no tenemos que olvidar a la clase media, un componente muy amplio de nuestra sociedad y un sitial del imaginario colectivo en el que todos queremos estar. No solo la reforma de la seguridad social hace agua, sino también otras áreas del gobierno nacional que va contra los intereses de los trabajadores.
Nos han dejado un país hecho trizas, pedacitos. Y saben esos pedacitos los vamos a ir recogiendo. Hay que recoger lo poco que queda de la salud, volver sobre el interior del país donde hacen falta medicamentos y dónde en Salto tuvimos que desde la Intendencia bancar la asistencia para quienes sufren padecimientos mentales por falta de especialistas.
Tenemos que recoger los pedacitos que nos dejaron de la educación, con una reforma educativa que nunca existió, que se dedicó a recortar horas de materias básicas como las ciencias sociales y las artes. Que pretenden, ¿que tengamos futuros ciudadanos no pensantes? Hay que recuperar la humanidad.
Tenemos que recoger los pedacitos que nos dejaron de seguridad social. Ahora hay que trabajar más, para ganar menos. ¡Divina la ecuación del gobierno! Los trabajadores siempre los perjudicados.
Hay que recoger los pedacitos de seguridad que nos queda. No habían prometido que iban a volver las carteras al barrio. Les tengo una noticia ¡No volvieron las carteras al Barrio!
Hoy este gobierno nos ha dejado un serio problema de seguridad y de vida en dignidad. ¿A ustedes les parece que vivir en dignidad es que la mitad del país no pueda tomar un vaso de agua de la canilla producto de las malas decisiones del gobierno? ¿A ustedes les parece que el interior siga olvidado?
Si la realidad es dura para las familias de la capital, imagínense lo que es para las del litoral. En nuestro departamento los precios de los productos de primera necesidad no dejan de subir y llegar a fin de mes es cada vez más difícil, producto de la falta de empleo por la falta de respuestas desde el gobierno.
Es mucho lo que hay que reconstruir y esta tiene que ser la base de la próxima propuesta programática que hagamos a la ciudadanía desde la actual oposición. Tenemos una seguridad social, en el más amplio sentido del término que hace aguas por todas partes y no olvidamos lo que le hicieron a las familias trabajadoras.
Álvaro Lima
Diputado Nacional