Uruguay como ruta del narcotráfico
Los 887 kilómetros de frontera de Uruguay con Argentina, delimitada por los ríos Uruguay y de la Plata, y los más de mil
kilómetros con Brasil -una parte importante de tierra seca-,
suponen un enorme desafío para las tareas de seguridad del
Estado en torno al narcotráfico.
La alta porosidad limítrofe, signada por la geografía, y bandas
delictivas creativas a la hora de efectivizar el ingreso de estupefacientes al territorio nacional, mediante estratagemas que
tienen el potencial de sobrepasar la capacidad de los dispositivos oficiales de control, explican el ingreso ilegal de drogas
por tierra, agua y aire. (Ver infografía)
Las rutas de la droga representan una verdadera amenaza a la
seguridad pública nacional, en el marco de un fenómeno global,
en el cual la región es un jugador cada vez más relevante.
El narcotráfico es una actividad muy lucrativa que permite
un logro inmediato sin que haya un esfuerzo en el tiempo,
una opción atractiva especialmente entre la población más
vulnerable.
De acuerdo con el informe Global Report on Cocaine 2023 de la
Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (unodc),
el cultivo de coca aumentó un 35% entre 2020 y 2021, lo que
supone el mayor incremento interanual desde 2016. Un aumento
que se explica por la expansión del cultivo de arbusto de coca,
como a las mejoras en el proceso de transformación de la planta
de coca en clorhidrato de cocaína.
Colombia, Perú y Bolivia, tienen casi el monopolio de la producción, cuya mayor parte se envía a Europa y a Estados Unidos.
El cargamento desde el lugar de origen a un mercado de consumo, se realiza combinando las rutas marítimas, aéreas y
terrestres. Los puntos de almacenamiento son movibles y los
delincuentes que intervienen en las diferentes cadenas del
negocio operan con cierta autonomía; ya no existe un modus
operandi al estilo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, cabecilla de todo el proceso.
Los traficantes no eligen siempre la ruta geográfica más lógica en términos de distancia, sino en función del análisis que
realizan sobre de la efectividad de los controles de seguridad
de los diferentes países.
En ese sentido, la cocaína procedente de Bolivia y Perú se
transporta cada vez más a través de lo que se llama la ruta
del Cono Sur: desde Paraguay, a través de la hidrovía Paraná-Paraguay, combinada con vuelos clandestinos, hacia Uruguay como punto final de la región antes de llegar a países
desarrollados.
En los últimos años, Uruguay ganó importancia en el tráfico marítimo de cocaína, y el puerto de Montevideo se ha transformado
en un sitio atractivo, principalmente para el envío de drogas ilícitas al mercado europeo.
Las organizaciones delictivas se han fortalecido a nivel regional,
especialmente las brasileñas y argentinas que operan en la zona
de influencia de la provincia de Santa Fe, adecuando las operaciones de tráfico en los puertos más vulnerables. (Ver recuadro 1)
Monitor de Seguridad
Crimen Organizado, Ciberseguridad y Delincuencia
Abril 2023
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Recuadro 1: El Primer Comando Capital acecha Uruguay
De acuerdo con información publicada en el semanario Búsqueda, existe evidencia de que el Primer Comando Capital
(pcc), una poderosa organización criminal de origen brasileño dedicada al tráfico ilícito de drogas, está reclutando reclusos de cárceles uruguayas desde 2018, principalmente desde el centro de rehabilitación de Cerro Carancho, en Rivera
-próximo a la frontera con Brasil-, departamento donde se ha
registrado una escalada de violencia ligada a enfrentamientos entre grupos narco.
El pcc cuenta con una estructura jerárquica y está metódicamente organizada. Operativo en Brasil, Bolivia y Paraguay,
está compuesto por 20.000 a 30.000 miembros sujetos a una
estricta disciplina, a quien -hecho que lo diferencia de otras
organizaciones-, decenas de ellos son uruguayos y conforman los rangos más bajos de la jerarquía, aunque aún no hay
pruebas de que estén llevando a cabo operaciones directamente en nuestro país.
Esta organización actúa como intermediario entre los productores, pequeños grupos locales que prestan servicios logísticos y los compradores mayoristas en Europa. Con una
fuerte presencia en la ciudad de Pedro Juan Caballero, en
la frontera paraguayo-brasileña, el pcc se encarga de transportar la droga proveniente de Bolivia a través de la hidrovía
Paraguay-Paraná con destino hacia el Puerto de Montevideo,
desde allí los cargamentos parten hacia Europa con escala
previa en África.
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Vuelos clandestinos
La mayor cantidad de droga que llega al país proviene de Paraguay y en ocasiones de Bolivia. El año 2019 es el que registra la
mayor cantidad de cocaína incautada, con poco más de once toneladas y media, seguido con cuatro toneladas y media en 2022.
Los vuelos clandestinos es la principal modalidad utilizada para
el tráfico de entrada a Uruguay, según el Ministerio del Interior.
Poco más de las tres cuartas partes del clorhidrato de cocaína
incautado durante 2020 ingresó por vía aérea en los departamentos del norte del país. La droga es arrojada en sitios rurales,
donde no existen controles.
También se utilizan pistas clandestinas, en las que aterrizan los
aviones ligeros, aprovechándose el momento para el abastecimiento de combustible, antes de despegar en menos de 10 minutos. Si el vuelo proviene directamente de Bolivia, es obligatoria
una parada en Paraguay para cargar más combustible.
Un caso de diciembre de 2022 es ilustrativo de la ruta de la
droga: en Salto, las autoridades capturaron a dos ciudadanos
bolivianos que habían aterrizado un avión de pequeño porte
con 440 kilos de cocaína.
El tráfico marítimo
Cuando se utiliza el medio marítimo, por lo general se origina en
Paraguay y el transbordo se realiza en el puerto de Montevideo.
Por ejemplo, en noviembre del año pasado se incautaron 653
kilos de cocaína en un contenedor con carne refrigerada proveniente de Paraguay que tenía como destino Rusia, con una escala en el puerto belga de Amberes.
En 2019, hubo varios casos sonados, como el hallazgo de cuatro
toneladas en el puerto de Montevideo, cuyo destino era la terminal marítima de Lomé, la capital de Togo; o el de un allanamiento
a un establecimiento rural de Soriano, próximo al río Uruguay,
donde se descubrió una improvisada pista de aterrizaje.
Ese mismo año, en el puerto alemán de Hamburgo, fueron incautadas cuatro toneladas y media de cocaína, en un contenedor con soja que provenía de Cerrillos, Canelones, que partió del
puerto de Montevideo. La droga, transportada en bolsos deportivos, tenía como destino final el puerto de Amberes.
Estos casos representativos de Uruguay como ruta del narcotráfico, refuerzan la necesidad de las inversiones en escáneres
en la principal terminal portuaria del país, tal como analizamos
en el anterior Monitor de Seguridad (https://ceres.uy/index.php/
estudios/ficha_estudio/55).
La carga terrestre
El paso de frontera Concordia – Salto es el principal punto de
ingreso del transporte internacional de carga paraguayo. Unos
200 camiones de carga, 95% de origen paraguayo -el resto es
argentino y boliviano- , cruzan todos los días por allí. Entre
otras formas, la droga se oculta en doble fondo en las cajas
de los camiones y/o en los ejes de los remolques.
En enero pasado, la Aduana argentina informó que incautó 267
kilos de cocaína, mayoritariamente procedente de Paraguay y
Uruguay como destino final.
Dos meses después, las autoridades encontraron 440 kilos de
cocaína, en una operación en la que fueron detenidos ciudadanos de cuatro nacionalidades, entre ellos, dos de Montenegro,
que podrían integrar la mafia de los Balcanes, una peligrosa red
de crimen organizado que opera en Europa, cuyos integrantes
provienen del sureste de Europa, de países como Albania, Croacia, Montenegro y Serbia. En nuestra región se ha detectado su
presencia en Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Panamá y México.
Aún no se ha encontrado relación entre los grupos delictivos
involucrados en los circuitos de acopio y exportación con los
dedicados a la distribución para el consumo interno, formado
por bandas locales alrededor de estructuras familiares con un
mínimo nivel de organización, lo que agravaría aún más esta problemática. (Ver recuadro 2)
Recuadro 2: El microtráfico asentando en Montevideo
Aunque no está comprobada la existencia de un vínculo entre
las grandes organizaciones de tráfico de drogas y los grupos
que abastecen al mercado interno, el microtráfico dentro del
país y su consecuente violencia es una cuestión que a acrecentado su discusión en el debate público.
Según información publicada por el diario El País citando
fuentes oficiales, son 17 las familias controlan el microtráfico en diez zonas de Montevideo. Con preponderancia
en la periferia de la ciudad, los focos de abastecimiento
a las bocas de drogas se encuentran en Casabó, Cerro,
La Teja, Peñarol, Borro, Casavalle, 40 semanas, Maroñas,
Jardines del Hipódromo, Villa Española y Ciudad Vieja,
propiciado por grupos liderados por jóvenes de entre 22 y
30 años que buscan mantener el negocio familiar o cumplir con proveedores mayoristas.
Aunque el volumen de drogas que pasa por Uruguay es relativamente bajo, en comparación a otros países de la región, no
puede ignorarse que representa un grave problema.
Se trata de un fenómeno inédito, que notoriamente perjudica
a un país que es reconocido por su estabilidad política y económica. (Ver recuadro 3)
El narcotráfico, que además daña el tejido social y golpea las
inversiones de calidad, exige políticas públicas a la altura de
las circunstancias.
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Recuadro 3: ¿Uruguay ya no es la excepción?
En agosto de 2022, el periódico británico Financial Times publicó una nota acerca del avance del narcotráfico y la violencia en América Latina; una problemática que era monopolio
de México y Colombia, se extiende a lo largo del continente.
En particular, el artículo destacó el hecho de en Uruguay, “la
Suiza de América”, aparecieron 14 cadáveres en un período
de 10 días, tres de ellos quemados y uno desmembrado.
Por otro lado, se menciona que Uruguay se incorporó a la lista
de “segunda ola de puertos utilizados para el envío de cocaína” hacia Europa, en conjunto con Paraguay, Chile, Brasil,
Ecuador y Costa Rica -ninguno de ellos son grandes productores-, debido a que las salidas utilizadas en una primera instancia por parte de los narcotraficantes alcanzaron índices
de incautación de entre 20% y 25%, lo que provocó una redirección de la droga hacia nuevas rutas de salida, entre ellas
la terminal portuaria de Montevideo.
Todos los países de América Latina, con excepción de los pequeños Estados de Guyana, Belice y El Salvador, se encuentran dentro de la categoría de “principales países de origen o
tránsito de la cocaína” de acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
Fuente: elaboración propia a partir de información de fuentes oficiales
Infografía
Referencias
El País. (2023 de Marzo de 28). Sepa cuáles son las bandas más peligrosas
de traficantes de drogas que operan en Montevideo. Diario El País. Recuperado el 2023 de Abril de 28, de https://www.elpais.com.uy/informacion/policiales/sepa-cuales-son-las-bandas-mas-peligrosas-de-traficantes-de-drogas-que-operan-en-montevideo
Pittaluga, J. F. (2023 de Abril de 27). Los miembros del PCC aumentan en
las cárceles uruguayas, por el momento inactivos y a la espera de recibir órdenes para actuar. Semanario Búsqueda. Recuperado el 28 de Abril
de 2023, de https://www.busqueda.com.uy/Secciones/Los-miembros-delPCC-aumentan-en-las-carceles-uruguayas-por-el-momento-inactivos-y-ala-espera-de-recibir-ordenes-para-actuar-uc56474
Stott, M. (25 de Agosto de 2022). Booming cocaine trade now stains most
of Latin America. Financial Times. Recuperado el 28 de Abril de 2023, de
Financial Times: https://www.ft.com/content/cd9d4d72-1266-4441-81e0-
6259cba864ae

Fuente : ceres.uy

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