Ambar, la niña de 2 años que fue baleada durante el homicidio de su padre el pasado 5 de enero, se recupera en el hospital Pereira Rossell.
Desde entonces se encontraba en CTI y en las últimas horas pasó a cuidados intermedios, dijeron autoridades de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE).
La menor está acompañada por su madre. Había sido operada varias veces, por una lesión muy grave en la médula; en la noche del 5 de enero había ingresado grave, con cinco balazos que le provocaron 15 orificios en total, tomando en cuenta los de entrada y salida, y orificios diversos órganos.
Ambar estaba en los brazos de su padre, un joven de 22 años, que recibió nueve disparos y murió luego de ser trasladado a la policlínica de Capitán Tula esa noche. Ambos estaban en su casa del barrio Nuevo Ellauri.
La Policía interrogó a la hermana del hombre asesinado y dijo que iban camino al almacén con la niña, cuando desconocidos llegaron en moto comenzaron a disparar, sin decirles nada. No hay novedad sobre los autores.
