En todos los casos la condena se sustituye por libertad a prueba con algunas condiciones, como la obligación de realizar trabajo comunitario por diez meses; además, deberán contratar tratamiento psicológico para el manejo de la ira.
Los cuatro hombres que en febrero persiguieron, golpearon y atropellaron a un adolescente de 18 años en Pinares de Punta del Este fueron condenados este miércoles mediante un proceso abreviado alcanzado con la fiscal de Maldonado Ana Roses por delitos de violencia privada agravada y lesiones personales.
Según informó Fiscalía, la pena para tres de ellos será de diez meses de prisión, mientras que el hombre que lo atropelló con un cuatriciclo tuvo una pena de 12 meses.
En todos los casos la condena se sustituye por libertad a prueba con algunas condiciones, entre las que está la obligación de realizar trabajo comunitario por diez meses, dos veces por semana durante dos horas. Además, deberán contratar tratamiento psicológico para el manejo de la ira y tendrán una prohibición de acercamiento de 500 metros con la víctima.
Como siempre que hay un proceso abreviado, los atacantes reconocieron su culpabilidad y a cambio obtuvieron una pena menor a la establecida en caso de perder un juicio.
El caso
El incidente ocurrió a comienzos de febrero en la zona de Pinares de Punta del Este. El padre del agredido, el docente de filosofía Pablo Romero, contó a Telemundo en ese momento que el adolescente salió a dar una vuelta a la manzana y fue abordado por sus atacantes, que lo acusaban de haber robado su vivienda dos semanas atrás.
Los agresores le dieron una patada en la espalda a su hijo a 30 metros de haber cruzado el portón de su casa. El joven trastabilló y alcanzó a ver a otros cuatro atacantes que corrían hacia él al grito de «chorro, te vamos a matar».
El joven respondió que él se estaba alojando allí y no le creyeron, reiterándole la amenaza de asesinarlo de un disparo. El joven corrió hasta una rotonda de la zona –donde los agresores quedaron registrados por las cámaras de seguridad– y fue cercado por los atacantes. Allí entró en acción uno de ellos, que con un cuatriciclo lo atropelló.
“Así de bárbaro como suena. Lo atropelló. El cae hacia un costado. Con un corte en las piernas y muy golpeado en la espalda. Logra renguear y tirarse a un costado, lo que le salvó la vida. Porque el sujeto da marcha atrás y vuelve a acelerar. Estaban como cazándolo”, narró el padre.
Luego corrió y fue perseguido por un auto, pero no logró divisar si era conducido por uno de los atacantes. Rodeado, los hombres lo tomaron por la fuerza de la ropa e intentaron meterlo dentro del auto. La víctima logró soltarse de las mangas, dejó el buzo y salió corriendo hacia su casa. Su celular se rompió en el forcejeo.
«Ellos lo agarran antes que llegue a la casa y le dicen que van a entrar a la casa para ver si vive ahí. ‘Si no vivís ahí, te vamos a pegar un tiro y tirar en una zanja’ le dicen», relató Romero.
Los cinco atacantes abrieron el portón e ingresaron al predio, donde los recibió la pareja del padre, confundida por la situación y pidiendo explicaciones.
Los hombres justificaron que «lo habían confundido con un ladrón», le devolvieron el buzo que le habían sacado y fueron a buscar el gorro que había quedado tirado. Además, le ofrecieron $ 3.500 para que comprara uno nuevo, según relató Romero en su denuncia.
Al enterarse del ataque que había sufrido su hijo, Romero, que se estaba bañando, fue a la casa contigua a increpar a los atacantes. Ellos le dijeron que ya se habían disculpado, y cuando él retrucó que los denunciaría, uno de ellos respondió: «Hacé lo que quieras, soy hijo de un embajador. Tu denuncia va a quedar en la nada, no pasa nada».
Luego de llamar al 911, policías se presentaron en el lugar. El conductor del cuatriciclo reconoció «el error en la confusión y se centraron en señalar que alguien les había intentado querer entrar a la casa hace poco», señaló el padre. Luego, indicó que el hombre dijo que “si hubiera sido un ladrón, estaba bien lo que hicieron, que era legal”.
Según Romero, además, una de las policías que intervinieron comentó antes de irse “hay muchos robos en la zona y que por eso la reacción».
«Pero acaban de intentar matar a mi hijo», replicó Romero. «Errar es humano», insistió la agente, según el relato del padre.
En el Sanatario Mautone de Maldonado constataron las lesiones que recibió el joven.
Fuente : Causa Abierta Facebook
