Jude Bellingham, Martín Valjent en contra y Rodrygo anotaron los goles del Merengue, que enfrentará a Barcelona este domingo a las 12:00.
Real Madrid, con la presencia de Federico Valverde durante 74 minutos, no dio margen a la sorpresa y sacó billete para la final de la Supercopa ante Barcelona después de golear 3-0 a un Mallorca que apenas le hizo sombra. Los goles del equipo dirigido por Carlo Ancelotti fueron anotados por Jude Bellingham, Martín Valjent en contra y Rodrygo.
En dos minutos, Kylian Mbappé, en conexión con Vinícius, ya había hecho dos incursiones, la segunda concluida con un remate franco de Luis Vázquez excesivamente blando. Con la presión alta, los de Ancelotti recuperaban rápido, por lo que a los defensores bermellones se les agolpó el trabajo.
Con apenas un cuarto de hora, el campeón de liga ya había acumulado más de media docena de ocasiones, en su mayoría con el sello de Mbappé, pero bien resueltas por el meta eslovaco Dominik Greif. Al Mallorca, más preocupado de la retaguardia, le costaba pasar del medio del campo, si bien Dani Rodríguez sacó provecho de un error de Ferland Mendy para colgársela a Cyle Larin que cabeceó torcido.
A la buena noticia por sacudirse el agobio madridista, se unió la mala de perder a su baluarte en defensa, el capitán Antonio Raíllo, que se tuvo que retirar con problemas físicos para dejar paso a Copete. Hasta el descanso, el partido se tranquilizó, salvo en la protesta de Vinicius a una caída en movimiento en el área en contacto con Valjent que el árbitro no vio preciso consultar al VAR.
Sin retoques, el partido volvió a echar a andar con susto para el Madrid cuando Dani Rodríguez se encontró con un balón en el punto penal que desperdició. El cuadro blanco también tuvo su ración de infortunio con la salida del campo de Aurélien Tchouameni por un golpe involuntario de Larin en su cuello que le dejó maltrecho, lo que acarreó una nueva oportunidad para el juvenil Raúl Asencio.
Con el partido insulso, una pérdida de Darder en el círculo central, seguida de una ley de la ventaja aprovechada por Mbappé, propició la carrera del francés por el pasillo central, el pase a Vinícius y el pase al corazón del área. Rodrygo, con su olfato habitual, llegó para disparar al palo, el rechace se lo paró Greif a Mbappé y, a la tercera, Bellingham metió el balón en la red para romper las tablas a media hora del final.
El revés obligó al Mallorca a intentar revertir la dinámica del encuentro con un triple cambio, que dio el timón al portugués Samú Costa en su reaparición tras la lesión. Ausente Luka Modric por un proceso vírico, Ancelotti también inyectó oxígeno en la medular y retiró a Valverde por Dani Ceballos para darle descanso, pensando en la final.
Con la semifinal finiquitada, el partido dio aún de sí en apenas seis minutos. Al susto de Bellingham al dolerse del tobillo le sucedieron los dos goles con los que el Real Madrid remató la faena. Primero, con uno en propia puerta de Valjent tras un centro de Brahim Díaz y en el último minuto, Rodrygo celebró su 24 cumpleaños con el tercero con el que da cuerpo a la final deseada por los saudíes contra Barcelona.
