En 2024, UTE perdió el 14% de la energía generada, equivalente a 15 millones de dólares por cada punto porcentual. De este porcentaje, el 6% corresponde a pérdidas técnicas, mientras que el 8% es resultado del robo de energía.
Este fenómeno está compuesto por un 50% de familias o empresas con capacidad de pago y un 50% de hogares de alta vulnerabilidad.
El gerente comercial de UTE, Pablo Regina, destacó que en los últimos años se ha incrementado el esfuerzo para identificar a quienes roban energía.
“Cuadriplicamos las inspecciones y utilizamos medidores inteligentes junto con algoritmos más precisos, lo que nos permite detectar casos que antes eran difíciles de identificar”, explicó Regina.
Un ejemplo de este esfuerzo fue el caso de un hotel que estuvo tres años sin pagar su consumo, colgándose de la red eléctrica. Tras una inspección, el hotel fue multado y se le exigió el pago retroactivo de lo que había consumido, además de regularizar su situación.
