Mientras la diferencia de precios entre Rivera y Santana redujo las ventas un 60%, en el sector free shop la caída fue del 30% en época de zafra, noviembre y diciembre.
Según los indicadores de precios de frontera que elabora el Observatorio Económico de la Universidad Católica, la diferencia de precios entre los comercios uruguayos y brasileños afectó duramente a las ventas de locales nacionales.
Esto se constata con más fuerza en los últimos 20 días, según explicó la Asociación Comercial de Rivera en diálogo con El Observador, este sábado 21. El dato es una caída de ventas del 60%.
Algunos productos tienen diferencias muy grandes, como alimentos y bebidas no alcohólicas (80%), bebidas alcohólicas y cigarrillos (157%) o productos del hogar (112%).
El presidente de la Asociación Comercial de Rivera, Carlos Sánchez, recordó las medidas propuestas al gobierno de Lacalle Pou en las últimas temporadas: eliminar el IVA a la canasta básica, mayor descuento de Imesi y flexibilizar algunas microimportaciones.
A esto se suman las declaraciones del presidente de la Asociación de Comercios de Free Shop, Gandhi Abdullah, quien explicó a radio Sarandí sobre la preocupación de los integrantes del rubro por las bajas ventas en su principal temporada de compras: cayeron un 30% en noviembre y diciembre.
No es solamente el tipo de cambio
Pero el economista José Licandro puntualizó que las explicaciones por los bajos precios son estructurales, no solamente por el tipo de cambio.
Recordó que la diferencia de precios tiene décadas y está vinculada a aspectos “microeconómicos” como “trabas” en el comercio formal entre ambos países que generan la base para el monopolio local de importaciones a pesar de los aranceles cero, remarcó.
A octubre, por ejemplo, el índice de precios al consumo brasileño medido en dólares y comparado con el mismo indicador pero uruguayo daba un 6% más barato. Y si bien reconoció que en los últimos 20 días pudo acelerarse, no ve que en los próximos meses se observe una inundación de productos brasileños en ferias y mercados uruguayos.
“El famoso turismo de consumo hacia Brasil no tiene razones para incrementarse más allá del que habitualmente existe”, puntualizó
