«Estaba preparada para lo que podría pasar, pero nunca pensé que fuera de la noche a la mañana», señaló.

Andrea Ramírez, esposa de Fabián O’Neill, habló este martes en el programa Las Voces del fútbol de Radio Fénix sobre la muerte del exfutbolista, quien falleció el pasado domingo a los 49 años.

Se conocieron en 1992, cuando ella tenía 16 y él 18, y tienen un hijo en común, Favio de 19 años. «No es fácil de procesar todo este duelo. Era una persona alegre, fiestero. Siempre supe que tomó. Cuando llegábamos a la casa de la tía de él lo primero que hacía era tener una Pilsen al lado. Iba de mal en peor», expresó la pareja del exdeportista.

La esposa reconoció que en los últimos días O’Neill «se relajó más de lo normal» y estaban preparados «para cualquier cosa», porque cada vez tenía «más adicción» por el alcohol.

«Estaba preparada para lo que podría pasar, pero nunca pensé que fuera de la noche a la mañana», comentó. A su vez, sostuvo que hacía una semana y media él estaba en Paso de los Toros y que el jueves hablaron. «Me dijo ‘estoy más tranquilo’, porque había tenido una discusión conmigo por el tema del alcohol. Al rato me llama y me dice ‘no me puedo pelear con el amor de mi vida’. Esas fueron las últimas palabras de él hacia mí», manifestó.

Ramírez contó que el viernes lo internaron en el Hospital de Paso de los Toros y que ella no tenía conocimiento. «Yo estaba trabajando en la Médica (Uruguaya). A la noche llego y me llama el ‘Negrito’, el cantinero de Paso de los Toros, y me dice ‘Andrea, estoy con el Mago acá en el hospital, ingresó con fiebre, deshidratado, no respondía a los estímulos», agregó.

Enseguida llamó al hospital para pedir con una doctora, relató. «Le dije ‘¿le hicieron estudios?’. ‘No’, me dice. Al rato le dan el alta. Estoy por hacer una nota al Hospital de Paso de los Toros porque la verdad que lo dejaron morir. Tremenda negligencia. Lo mandaron grave a la casa», afirmó.

El sábado a las 7:00 horas la llamó el hermano de O’Neill y le dijo que estaba con la doctora -ya había sido trasladado a Montevideo ante el agravamiento de su cuadro- y que su pareja había vomitado sangre. «Nunca había pasado y me fui enseguida a estar con él. No pude hacer nada. Ya lo tenían en CTI. Los médicos en Montevideo hicieron todo por salvarle la vida. Le hicieron diálisis y no respondió. Lo fulminante fue la hemorragia digestiva masiva que hizo», detalló.

«Fue el gran amor de mi vida, estoy tranquila de que luché hasta último momento. Es una tranquilidad que él no sintió nada, estaba en coma farmacológico», sentenció.

Fuente : Causa Abierta

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