En el año 2021, el Frente Amplio realizo su VII Congreso Ordinario “50 años de Unidad”, donde se elaboro el documento llamado Balance y Autocritica, en el cual se establecía que la derrota del Frente Amplio en las elecciones de 2019 no significó, solamente, el cambio de un gobierno por otro. Significó, fundamentalmente, cambiar el proyecto de país que se estaba llevando adelante.

En la campaña electoral del 2019, se contrapusieron dos proyectos de país, y uno de ellos es el que se está implementando ahora y significa un gran retroceso popular para el Uruguay. El costo de esa derrota del 2019, es la que está pagando nuestro pueblo, beneficiando a una minoría poderosa del Uruguay.

Vivimos hoy el proyecto de país de la oligarquía, del bloque de poder, el de «los malla oro». El país de los recortes, de la eliminación de las políticas sociales, el de la persecución sindical, el de la estigmatización de los trabajadores. Un modelo neoliberal, que ha significado mayor desigualdad.

Este 2024 es un año bisagra, donde los uruguayos y uruguayas tendremos que elegir si cambiamos el rumbo del gobierno o continuamos gobernados por unos pocos para unos menos. Hoy siguen existiendo dos proyectos de país en disputa, el del actual gobierno de la derecha y sus soportes sociales, ideológicos y políticos, que apuesta a ese modelo que genera cada vez más desigualdad con crecimiento sin distribución, donde se retrocede en políticas de transparencia y en la agenda de derechos conquistados.

El Plan económico del gobierno de coalición, hace recaer sobre la espalda de los asalariados, pasivos y pequeños empresarios, comerciantes, pequeños industriales y pequeños propietarios rurales, productores familiares y cooperativistas de producción, el peso de un ajuste que busca reducir el déficit, pero no hace más que perjudicar a miles de uruguayos, aumentando la deuda del estado. Pero al mismo tiempo, estas medidas favorecen el accionar de los sectores económicos y sociales más privilegiados.

Vienen tiempos de luchas por la igualdad, la solidaridad y la libertad. Contra las políticas que aumentan la pobreza, rebajan los salarios y jubilaciones. En defensa de las Empresas Públicas, contra su debilitamiento y desmantelamiento. En Defensa del Puerto y de la soberanía nacional, Contra la entrega del Puerto de Montevideo por 60 años a una multinacional, a un monopolio privado y no regulado. Contra los recortes en salud, vivienda, ciencia y en todas las áreas fundamentales del Estado. Lo que se está haciendo no es ahorro. Es recorte. Contra el debilitamiento de la educación pública por recorte presupuestal luego de 15 años de incrementos, contra la eliminación de la participación docente en la toma de decisiones y los avances de un modelo privatizador. En defensa de una Seguridad Social que se apoye en los principios de solidaridad y justicia social. Contra el desmantelamiento de las políticas públicas en numerosas áreas sensibles: Desarrollo Social, Descentralización, Colonización, Sistema Cooperativo, Vivienda, Cultura, Turismo.

Otra vez la disputa es entre dos modelos de país

Téc. Univ. Gustavo Chiriff / PCU – Frente Amplio

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